Un salón multiuso que marca la diferencia en el barrio Borro
Un proyecto que surgió de la unión y el compromiso del Grupo GREM de Pocitos y la visión incansable del Padre Pablo Coimbra. Un espacio que no solo representa un edificio, sino una oportunidad de cambio en una comunidad marginada. Te invitamos a conocer cómo unidos, lograron lo que parecía imposible y marcaron una diferencia real en el barrio Borro.
En noviembre de 2021, el Grupo GREM de Pocitos vivió un momento especial. Durante su reunión anual, tuvieron el honor de recibir al Padre Pablo Coimbra, quien no solo ofició la misa sino que compartió su experiencia misionera en la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, una comunidad que colinda con la Unidad Casavalle en el Barrio Borro. La situación que el Padre Coimbra describió conmovió profundamente a los miembros del grupo.
La comunidad de Barrio Borro estaba compuesta por viviendas precarias, ranchos de lata, madera y cartón, sin saneamiento, calles ni veredas. El Padre Coimbra, con un deseo ardiente de brindar una oportunidad a esta comunidad marginada, solicitó apoyo para construir un Salón Multiuso. Un espacio que, más allá de sus paredes, simbolizaría un intento de superar los obstáculos políticos y las sombras del narcotráfico. Este salón serviría como comedor/merendero y como lugar para actividades sociales, talleres de capacitación y apoyo escolar y liceal.
El Padre Coimbra tenía un grupo de vecinos dedicados que ya habían formado el Club Rosario de baby fútbol y habían establecido un comedor y merendero para aproximadamente 30 niños. A pesar del apoyo de la Fundación Beisso Fleurquin para financiar la obra, se requería ayuda para planificar y abordar la construcción.
El Grupo GREM de Pocitos se comprometió de inmediato a apoyar este proyecto crucial, sabiendo que estaba destinado a cambiar las vidas de los niños del barrio. La primera tarea era encontrar a un profesional que organizara y supervisara la construcción. Antes de que terminara el año, el Arquitecto Jorge Costa Cook se unió voluntariamente al proyecto para diseñar la arquitectura y dirigir la construcción.
El enfoque principal era mantener el compromiso y la participación activa de los residentes, por lo que se realizaron los planos en consulta con el Padre Coimbra y el grupo de vecinos. El grupo GREM se comprometió con la construcción, que se inició con el apoyo de donaciones de materiales y descuentos significativos, algunos de hasta el 50% en hormigón, isopaneles para el techo y otros materiales de construcción.
De esta manera, continuaron cerca del proyecto de construcción, enfrentando desafíos a medida que surgían y encontrando soluciones creativas para resolverlos. Los vecinos se unieron proporcionando mano de obra y tiempo, y la Fundación Juan Carlos Barcia también contribuyó financieramente a través de su plan CRECER. Además, el Coordinador de Obras del Arzobispado, Sr. Jorge Jurado, brindó apoyo.
El impacto de la labor evangelizadora del Padre Pablo Coimbra se hizo evidente al observar cómo la comunidad comenzó a asistir a misa nuevamente, bautizando a sus hijos, preparando a los jóvenes para la primera comunión y solicitando casamientos.
A finales de 2022, el Salón Multiuso estaba en pleno funcionamiento. El comedor/merendero sirve aproximadamente 130 comidas al día, atendiendo a unos 100 niños y 30 ancianos. Además, se realizan actividades sociales y de apoyo para los niños, con la posibilidad de aumentar el número de beneficiarios con el aprovisionamiento adecuado de alimentos.
“Ha sido muy emocionante ver que cuando hay un objetivo concreto y la decisión de un grupo de personas comprometidas las metas que parecen inalcanzables se pueden lograr”, cuenta Jorge Costa integrante del grupo GREM.
Este proyecto es un testimonio de la dedicación del Padre Pablo Coimbra y el compromiso del grupo de vecinos. Trabajando arduamente y con el deseo de forjar un mejor futuro para los niños y la comunidad en su conjunto, han demostrado que cuando las personas se unen con un objetivo común, incluso las metas aparentemente inalcanzables pueden lograrse.
Para ACDE esta historia es una de las manifestaciones de su propósito: poner los valores en acción. Es un recordatorio de que el cambio es posible y que la acción comprometida puede hacer una diferencia real en las comunidades más necesitadas. Este Salón es más que un edificio; es un faro de esperanza para el Barrio Borro y un símbolo de lo que podemos lograr cuando se trabaja en conjunto por un objetivo común.
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