ACDE PRESENTÓ “APORTES PARA LA CONSTRUCCIÓN DE LA CULTURA DEL TRABAJO 4.0”
Con la participación del Ministro de Trabajo, Mtro. Ernesto Murro, el presidente del PIT CNT, Fernando Pereira y la CEO de ATMA, Cra. Isabelle Chaquiriand, la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa presentó “Aportes para construir la cultura del trabajo 4.0¨.
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El documento que se presentó es una síntesis de la reflexión de ACDE para proponer al conjunto de la sociedad en vistas a la construcción de una cultura del trabajo más justa y humana, adecuada a la cuarta revolución industrial.
En la apertura del evento, el presidente de ACDE, Dr. Fernando Rachetti dijo que la cuarta revolución industrial “está abriendo enormes oportunidades de emprender y producir, cada vez al alcance de más personas. Procesos repetitivos se realizan por maquinarias y se recurre a la inteligencia artificial para los procesos de manejo de datos y de investigación.Hay nuevas posibilidades de trabajo, de trabajar a distancia, de crear, de trascender fronteras físicas y tecnológicas”. También señaló importantes amenazas: “trabajadores que quedan relegados, brechas que se profundizan y llevan a una mayor pobreza y desesperanza”.
Rachetti en nombre de la Asociación propuso a los distintos actores involucrados (empresarios, empleados, sindicatos, gobierno, instituciones educativas, medios de comunicación, etc.) los siguientes objetivos
reducir y eliminar desigualdades y brechas: laborales, educativas, territoriales, de edad, de género, de colectivos.
estimular el aprendizaje constante y la creatividad en las organizaciones públicas y privadas.
propiciar la escucha, el respeto al trabajo y estudio del otro, con prescindencia del lugar que ocupe.
generar climas y estructuras laborales que promuevan relaciones humanizantes, con compañerismo y solidaridad.
contribuir a un país más desarrollado, productivo, innovador, integrado, con justicia social, renta justa, mejor redistribución de la riqueza y calidad de vida.
mejorar la estructura de oportunidades y accesibilidad al mercado de trabajo, en condiciones de Trabajo Decente de acuerdo a la OIT, con derechos y obligaciones. [1]
[1]DOCUMENTO
El aporte concretamente, consistió en determinar los elementos distintivos que ha de tener dicha cultura y cómo propiciarlos a tal fin.
El núcleo central de la reflexión lo constituyen los valores a impulsar, el rol del empresario y la empresa en dicha construcción y los objetivos y principios éticos en los cuales deben basarse.
Los valores propuestos son: la realización personal, la justicia, la solidaridad, la integridad, dar lo mejor de sí, la calidad, la responsabilidad y la creatividad e innovación.
Para ACDE el empresario es un trabajador que pone en riesgo capital y el fruto de su trabajo en la empresa, con la función particular de crear y liderar la organización. Su relevancia y responsabilidad social viene dada porque de su rol dependen las otras fuentes de trabajo, los productos o servicios y el valor que esa organización aporta a la sociedad.
Como principios rectores para la cultura del trabajo se proponen:
1.- atender las necesidades del mundo a través de bienes y servicios
2.- organización del trabajo bueno y productivo
3.- creación sostenible de riqueza distribuida con justicia
Luego de una presentación de dichos aportes siguieron los comentarios del Presidente del PIT CNT, Fernando Pereyra, de la CEO de ATMA, Cra. Isabelle Chaquiriand y del Ministro de Trabajo, Mtro. Ernesto Murro con algunas preguntas.
Quiero reflexionar sobre algunas notas:
“El empresario es un trabajador que pone en riesgo capital y el fruto de su trabajo en la empresa” un trabajador mas
“Para que la sociedad pueda tener los puestos de trabajo y los productos y o servicios que necesita, se precisan empresarios suficientes en cantidad, capaces, esforzados, creativos, innovadores y responsables”
Empresarios: debemos cumplir este rol con excelencia! A tener el bien común y la persona humana como valores máximos de referencia en la creación, innovación y gestión de las organizaciones.
Los empresarios somos los líderes del cambio, los creadores de la cultura organizacional y los generadores de la confianza en las relaciones laborales.
En una Sociedad fragmentada ¿Estamos dispuestos a derribar muros y sustituirlos por puentes? Seamos transparentes en nuestra actividad como empresarios: en la gestión y relación con nuestros colaboradores.
Hay mucho material en este documento para los empresarios y trabajadores, para construir relaciones laborales con donde la realización de las personas sea un fin en sí. Que la justicia, la solidaridad y la integridad sean normas y todos demos lo mejor de nosotros en la empresa, fuente de bienes y de realización.
Los sindicatos y gremios también tienen una gran responsabilidad para tender puentes, junto al empresario.
No queremos muros, no construyamos muros, derribemos los muros de la desconfianza. Sindicatos y empresarios: saquémonos los lentes de la ideología que distorsiona la realidad y construyamos los puentes para crear la Sociedad que todos queremos y el país productivo necesita.
La mayor parte de los empresarios y dirigentes de empresa somos buenos trabajadores. Casi un 80% de las empresas son familiares, como ustedes saben. Defendámonos de los malos empresarios, sin pensar que todos los empresarios son piratas usurpadores, ni que los trabajadores hacen el mínimo esfuerzo.
La cultura del trabajo debe ver a las personas en su integridad,
consideradas como un fin en si mismo y no como un medio.
Ni los empresarios ni sus colaboradores somos máquinas, somos personas que trabajamos, que tenemos sueños, sentimientos, historia y proyectos, que pertenecemos a un entorno familiar, social, cultural y económico; que necesitamos realizarnos en todas nuestras dimensiones. El trabajo, la libertad de elegirlo y la forma como lo ejercemos juegan un rol fundamental en lograr esa realización.
Empresarios y colaboradores, juntos en un mismo propósito, trabajando en forma mancomunada, podremos lograr una sociedad próspera.
A los empresarios, tienen el rol fundamental de “detectar y potenciar el talento de sus colaboradores”. Los empleados, deben ser verdaderos “entrepreneurs”, pensar en “como agrego valor”, porque si las empresas crecen, el país se dinamiza.
Debemos también velar por el pago de un salario justo, por la obtención de un lucro justo y por el pago de impuestos justo.
Y como empresarios, no olvidar a quienes tienen menos posibilidades de ingreso, de formación, de tener un trabajo…
Y no puedo dejar de referirme al gobierno y a los dirigentes políticos.Este país, debemos decirlo y repetirlo, no fomenta debidamente la actividad empresarial.
El gobierno debe reivindicar para si la necesidad de tener políticas que sean dinamizadoras de la actividad empresarial. Que la actividad empresarial es algo productivo, algo que puedan hacer quienes sienten la vocación de emprender, de arriesgar, de liderar, sin que tengan que cargar con una velada culpa, ni andar con bajo perfil para no sentirse agraviados. La actividad empresarial es fundamental para la creación de puestos de trabajo y de riqueza.
Finalmente no podemos dejar de referirnos a la educación: la gran fuente de cultura, donde los valores se trabajan durante gran parte de nuestra vida, donde la persona se va conformando, descubriendo en todo su potencial y vocación.
Nada de lo que aquí y en otras partes podamos decir tiene sentido sin una transformación imprescindible de la educación para terminar con la expulsión y condena a la frustración de decenas de miles de niños y jóvenes.
En tanto esta transformación no se de, el Estado tiene el deber de propiciar y apoyar a los actores que quieran hacerlo. El Estado está perdiendo la guerra. Debe permitir que otros la luchen y logren los fines esperados. Debe hacer y dejar hacer. Sino, condenamos a nuestros hijos y al país.
Hay mucho más para decir pero es tarde.
Muchas gracias.